1992: El Debut de Cambiaso en Palermo

Así es: fue que en aquel 1992 que marcó su carrera y Ellerstina debutó a lo grande: campeón en el Abierto de Tortugas, el primer torneo de Triple Corona, venciendo por 16-8 a La Martina en la final.

Accedió luego a las semifinales del Abierto de Hurlingham y le tocó caer (16-14) frente al mismo rival.

Palermo estaba en la mira. El primer Abierto para Cambiaso. El torneo por excelencia.

La organización Ellerstina le suministró un lote de caballos para que afrontara ese trascendente debut. Porque efectivamente como le había dicho un año y medio antes a Pieres cuando lo convocó, tenía un solo caballo: Lobo. El ejemplar por el que guarda un especial cariño ya que lo acompañó desde que empezó con 0 de handicap hasta que llegó a los 10 (el máximo), a fines de 1994. Con Lobo solo no podía jugar el alto handicap y ahí Pieres fue determinante en dotarlo de caballos, con el respaldo de Packer.

Adolfito llegó esa tarde de noviembre de 1992 a Palermo como si nada. Quizá la procesión iba por dentro, pero no transmitía demasiado. La expectativa rodeaba a toda la familia: Adolfo padre, Martina de Estrada, su madre, y sus hermanos: Camila Cambiaso y Salvador y Marcial Socas. ¿Público? Poco. Unas 3000 personas, con las tribunas de Dorrego bastante despobladas. Las primeras fechas de Palermo no suelen ser concurridas, ni antes ni ahora, a pesar de los condimentos marketineros extra o televisación en vivo.

El rival de Ellerstina (33 goles de handicap) fue Los Indios (28), con Alejandro Agote, Rubén Sola, Milo Fernández Araujo y Juan Ruiz Guiñazú. Cambiaso ni siquiera imaginaba lo que pasaría en el partido, así como otros detalles de vida posteriores: su vínculo con Sola al punto de haber compartido campos linderos en Washington, Córdoba, y con Fernández Araujo, el coach-amigo del mejor ciclo de La Dolfina campeón de Palermo ocho veces seguidas entre 2013 y 2020.

De pronto, Adolfito empieza a moverse con soltura. Lo buscan sus compañeros, y él resuelve en maniobras de equipo o individuales. También convierte penales. Un gol detrás del otro. Son ocho chukkers. Ellerstina ganó 23-7. Un palizón. Pero la noticia es que el chico de 17 años que acababa de debutar en el Argentino Abierto hizo ¡16 goles! Obsceno. Una marca histórica que sólo fue quebrada 11 años después por Agustín Merlos (18), y el propio Adolfito, que llegó a los 17 en ese escenario. ¡Locura total!

Texto extraído del artículo de Claudio Cerviño en La Nación.