“Tenes que probar la Cuartetera” ¿Quien fue el primero que lo dijo?

“La Cuartetera nació en Córdoba, en el campo. Era de un embrión de la Lambada, de Alvaro Pieres.

Llegaron los embriones que venían de Ellerstina y le dije a Patán (Alberto Nigoul, uno de sus asistentes): “Con este lote me tengo que montar”. Las domó Polito Ulloa, que ya al tomar contacto con ellas se dio cuenta de que la Cuartetera era especial. Y así llegó el momento en que la conocí. Fue un año en el que me quedé jugando torneos en la Argentina: la Copa República, la Copa Belgrano. Estaba por jugar una Copa Diamante, en Cañuelas y un día, Patán Nigoul me dice: “Tenés que probar la Cuartetera”.

Lo hice y apenas me subí le dije: “Esto es lo mejor que tengo”. Automáticamente, me di cuenta de que era un fenómeno, distinta al resto. La apreté un poco y soltó todo lo que tenía. Maravillosa. Era más correcta que el Colibrí. Parecida al petiso, pero con más físico. Mucho mejor frente, de boca.

Era más universal. Al Colibrí si se lo prestaba a alguien tenía que darle algunas indicaciones para saber cómo sacarle mayor provecho, porque tenía sus mañas.

Con la Cuartetera te digo: “Andá y jugá como tengas ganas de jugar. En el puesto que quieras. Divertite”. Esa es la diferencia. Es mucha. No hay nada que explicar”.