Assilah, ubicada en la costa atlántica del norte de Marruecos, es una ciudad con una rica historia que se remonta a la época fenicia. Conocida como Arcila, Arzila o Assilah, se encuentra a solo 46 km al sur de Tánger y a unos 110 km de Ceuta. En su posición estratégica frente al mar, Asilah fue un puerto importante y una fortaleza para diferentes civilizaciones, desde los fenicios hasta los portugueses, quienes construyeron las fortificaciones que todavía se conservan.
Hoy en día, la ciudad antigua de Asilah sigue siendo un lugar cautivador con sus murallas históricas y calles estrechas que serpentean a través de la medina, donde los visitantes pueden encontrar tiendas de artesanía, cafeterías y restaurantes que sirven platos típicos marroquíes. En su interior se encuentra la plaza principal de la ciudad, que acoge la mezquita principal y la torre del reloj, símbolos de la ciudad.
Las playas de Asilah son otro de sus principales atractivos, con sus aguas cristalinas y arenas doradas. La playa situada al norte de la ciudad es especialmente popular, y en ella se pueden disfrutar de deportes acuáticos como el surf o el windsurf. El paseo marítimo que se extiende hacia el norte de la ciudad es un lugar ideal para pasear y disfrutar de la brisa marina, con numerosos restaurantes que sirven pescado fresco y marisco.
Además de sus bellezas naturales y su historia, Asilah es conocida por sus festivales internacionales que se desarrollan en verano, convocando a numerosos artistas, periodistas, pensadores y políticos de todo el mundo. El Festival de las Artes de Asilah es uno de los más destacados, atrayendo a artistas de renombre que intervienen en la ciudad con murales y exposiciones.
El turismo es la principal actividad económica de Asilah, y muchas de las casas en la medina están en manos de extranjeros o se dedican al alquiler turístico. No obstante, la ciudad conserva su autenticidad y su encanto, y sigue siendo un lugar ideal para explorar la cultura marroquí y disfrutar de sus hermosas playas.